He pasado una eternidad
intentando definir la muerte
que se anuncia en los relojes digitales.
Definir lo que siento por ella.
Definir el miedo que me da
que se rompan los cristales de la risa.
El miedo que me da que la tormenta
separe nuestros caminos con barro.
Explicarme con palabras la esperanza.
La ilusión sin razones ni justificación.
Los movimientos reflejos del alma.
He pasado una eternidad
intentando definir la vida
que brota del clima maravilloso
de cuando entra ella en una habitación.
Hasta que una noche me di cuenta
de que es exactamente al contrario.
En realidad, son todas esas cosas
las que me definen a mí.
Y dicen que no soy nada más que esto.
Unos ratos un sinónimo
y. otros, un antónimo vuestro.