domingo, 5 de agosto de 2012

UN DÍA MUY LARGO

La noche es un día muy largo.
No es que no lo advirtieran los nubarrones.
Las risas se esfumaron como tabaco.
Duermo por no soñar que atraco
el banco de sangre de tus pezones.

Hágase en mí según tu palabra corazón.
Me reprendo ardido en el sonido del fuego.
Lo echo de menos todo por la borda.
Distancias cortas llevan más lejos.

Música era un do de pecho.
Bailar, invadirnos la tierra hasta los huesos.
Me mirabas a pedir de boca,
con la voz rota que es un beso.

La noche empieza porque termina
otro otoño interminable.
Ayer desfallecí, hoy desmuero
sólo si coloco la mirada sobre ti.


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