martes, 23 de octubre de 2012

EL VOCABULARIO (AÑOS DESPUÉS)

Poema galardonado con el primer premio del XXVIII Certamen de Poesía del Molino de la Bella Quiteria de Munera.

La mujer,
el mar que le han salido pechos
o los pechos volando a ras de mar
o el alma que ha encontrado hogar
o el alma que ha perdido el miedo.

La vida,
algo entre un llanto y otro llanto
o flor de un día cualquiera
o el verbo ser paseando por la acera
o el invierno soñando el sueño de una noche de verano.

La muerte,
un fueraborda que naufraga en el cabo de Buena Esperanza
o The End golpeando con verdades como puños
o la imperativa lógica del absurdo
o el sueño eterno vagando por la nada.

La soledad,
ella que le ha desaparecido el nombre
o todo lo que fue ella o todo lo que ella esconde
o ella que me ha dejado la saudade
o ella que ya no es ella o yo que ya no soy nadie.

La rutina,
la fotografía póstuma del fuego
o la fruta de la pasión guardada en la nevera
o el aguardiente que se hiela
o el código civil civilizando la ley del deseo.

La belleza,
tu silencio de formas turbulentas
o la voz que echas a andar sobre la cama
o el juego que te traes con la madrugada
o la virtud que muere todas las primaveras.

La verdad,
bien pudiera ser lo que escribieron en la puerta del aseo
o el bocata de salchichón después del fútbol
o ese aburrido antónimo tuyo
o dile a Laura que la quiero.

La mentira,
el porvenir de lo que es cierto
o las palmaditas en la espalda de dios padre
o la inexistencia de dios madre
o dile a Laura que la quiero.

La locura,
el refugio de los cuerdos
o el pez bayoneta más la granada y los dos tigres
o todo lo que hasta ahora dije
o todo lo que ahora siento.

La (des)esperanza,
(la maldita cura de) la enfermedad del beso
o don nadie (perdiendo) su amor verdadero
o doña victoria en la cama (de don dinero)
o el sol (sin fuerzas ya para otro invierno).


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