sino de los ojos con que me ves con otra cara.
De una fase del sueño en el que los dos
volveríamos a ser los de la mañana.
De la mano que te une a casa.
Del pecho impelido al propio grito.
De tu vientre escrito con mi palabra.
De mi frente con marcas de te necesito.
Del dedo que recuerda haber vivido.
De la cintura que gira alrededor del sol.
De mis labios con sed, con fe, contigo.
Del turbulento camino a tu interior.
Del cosmos de tu piel o el fin del mundo.
De los besos que te saltan en llamas de la voz.
De la lengua que derrama ahora profundo.
No, el amor no es un asunto del corazón.
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