domingo, 18 de febrero de 2018

HUBIERA PODIDO SEGUIR VIVIENDO

Hubiera podido seguir viviendo
sin saber que la magia tiene truco,
sin que todos mis sueños cumplieran treinta y ocho,
sin que me ascendieran al puesto de adulto.

Hubiera podido seguir viviendo
sin sufrir el modus operandi del olvido,
sin conocer las fauces sin sentido de la enfermedad,
sin tropezar con la verdad al final de todos los caminos.

Hubiera podido seguir viviendo
sin la prueba de que la muerte era también costumbre de mi familia,
sin que me destriparan el desenlace fatal de la esperanza,
sin darme cuenta de que nadie va por ahí creando el mundo en siete días.

Hubiera podido seguir viviendo
sin que supieran nada de mí las autoridades,
sin probar el sabor de la palabra rota.
Hubiera podido seguir viviendo
entre gusanos que no alardeaban aún de mariposa.


ES AL REVÉS

Es al revés. Eres tú la que le gusta a las canciones,
la que se expone a los garabatos de los cuadros,
la que alimenta a los frutos de la tierra,
la que da abrigo a los habitantes del armario.

Eres tú la que proporciona oxígeno al bosque,
lo que mira el mar al atardecer,
lo que anhelan los sueños imposibles,
eres a lo que el cielo se agarra para no caer.

Tú eres quien trae de cabeza a la primavera.
Tú, quien altera el comportamiento de la luna.
Eres tú donde las palabras buscan significado.
Eres tú la que arrasa los campos de la lluvia.

Es al revés. Eres tú quien trae un nuevo día al sol.
Tú eres la que excita las manos que te tocan.
Tú eres lo que piden con luz las estrellas fugaces.
Es al revés. Eres tú la que escribe por mi boca.


LOS CAMINOS DEL AMOR


Odio los versos que no nos escribo a nosotros.
Odio la parte del cerebro con la que dices adiós.
Odio el enunciado de ropa de tus pechos.
Odio aquello que pueda hacerte daño, como yo.

Odio el día en que nos desconocimos.
Odio que te sobren los dedos de mi mano para contarte.
Odio verte en los ojos que han llorado tus labios.
Odio la voz pasiva de abrazarte.

Odio dividirme entre mí mismo.
Odio que los demás canten nuestra canción.
Odio el otro lado de la puerta
cuando tu vagina se encierra en sí misma
como un interrogante del corazón.

Odio mirar para otro lado.
Odio dedicar mi lengua a otros menesteres.
Odio sobrevivir cuando andas metida en un naufragio.
Odio cualquier... cualquier hipótesis de que no me quieres.