sábado, 29 de agosto de 2020

GUERRA PERDIDA



Me banco el gesto indiferente hacia mí
de la estación del año que yo mismo
contribuí a endiosar en otro tiempo.
Cómo no vencer, si tú eres
lo contrario del invierno y del verano.

Resisto el frío, soporto el calor
refugiándome en el clima extremo
de tu serenidad océana.

He regresado de la muerte de cristo
a la vida pagana de tus pechos
y, sin más detalle, superé el miedo
que tuve una vez a los rectángulos.

Pero las victorias momentáneas
terminan sobre un cuerpo descarnado,
la guerra contra el destiempo de tu ausencia
está perdida siempre de antemano.


viernes, 28 de agosto de 2020

EN TIEMPO TAN OSCURO



La boca oculta tras la mascarilla
te besa, sin miedo y sin muerte,
con lo que de mis labios queda
en el viernes de mi vocabulario.

Alguien dijo nueva normalidad
y yo escuché otra vez el estruendo
donde el amor hizo su casa
en mitad de tanto deseo.

Vamos que, en tiempo tan oscuro,
iluminas más que nunca los lugares
donde suceden los acontecimientos
que hacen que esto merezca el nombre de vida.

Vamos que, en tiempo tan oscuro,
cualquiera en mi lugar se sentiría
culpable de que, en la noche de la pandemia,
uno tome el sol de tus lunares.




jueves, 27 de agosto de 2020

SI FUERA POSIBLE SABER POR QUÉ



Todos los predicados verbales son,
contigo, una nueva oportunidad
de volver a ser un niño
que nunca desaprovecho del todo.

Si fuera posible saber por qué tú,
la carne que me forma no sería yo.
Si fuera posible saber por qué
guarda el mundo relación con tu sangre...

Te quiero, es decir, desconozco
por qué necesito darte la vida,
incluso, en muertes tan rutinarias
que no son noticia de mí en tus ojos.

Te quiero, es decir, no preciso
el verano, ni el agua, ni el sol, ni el aire.
Lo que yo necesito es que exista
el abismo al que no dejo de precipitarme.




miércoles, 26 de agosto de 2020

COMPRENSIÓN DE LOS MINERALES


Yo, ese mismo que no es capaz
de encontrar ningún camino de vuelta
ni sabe por qué los endecasílabos
son blancos y amos de la poesía...

El mismo que no alcanza el ínfimo
nivel de inglés de los perros del idioma.
El mismo que no es capaz de dibujar
la vista horizontal de lo que sueña...

Yo, que no intuyo el corazón que mueve
la razón, pura y simple, del sistema
ni tengo menor idea de las normas
que inspiran el gobierno de la lluvia...

Yo, sin embargo, veo cómo te vas
tras tu cuerpo impar, sin nuestros plurales
y, de pronto, entiendo sin duda
cómo se pueden romper los minerales.



martes, 25 de agosto de 2020

NO SÉ YA QUIÉN


Llegado a esta nación de lo lejano,
no sé ya quién escribe mis poemas
pero sé que te los escribe a ti
cuando la tarde muerde mis relojes.

Cuando tus labios derraman mi lacrimal,
no lloro más que en pañuelos
donde el espejo no sabe que lloro
ni mis lágrimas mojan el mundo.

Cuando tu silencio mata el sonido
de todo cuanto he dicho desde niño,
en la boca me duele cada palabra
con que los muertos definen el domingo.

Cuando ya nada ni nadie puede
librarte del azar de la tormenta,
yo no quiero estar a salvo de los golpes,
yo no quiero estar a salvo de las fieras.




lunes, 24 de agosto de 2020

PERMÍTEME, POR UNA VEZ, HABLAR EN SERIO


Permíteme, por una vez,
hablar en serio.
Permíteme que te haga añicos
el silencio de mis cajones.

No quiero conservar
ningún secreto,
concédeme la última palabra.
Concédeme la atención
con la que construiste
una patria con los ojos.

Hazme el favor de escuchar
tras la puerta de mi corazón.
Dame la oportunidad de enseñarte
la caja negra de mis canas.

Déjame confesarte que, a veces,
mi sonrisa no es más que polvo
que oculta una tierra sin color.
Déjame decirte que, en esas
horas que deforman el tiempo,
tú estás a salvo de las llamas.
Tú eres cuanto queda en pie
cuando el resto de mí colapsa.





domingo, 23 de agosto de 2020

DÍCESE DE ESTE CUERPO


Dícese de este cuerpo en el que,
para que el corazón lata, los pulmones
tienen que llenarse de los días
en que tú transformas el oxígeno
que cae, irrespirable, de los árboles.

Este cuerpo cada vez más humano
que, para moverse, necesita intuirte
al final del camino de sus extremidades.
Un cuerpo, a la vez vivo y muerto,
en el que cada órgano es media soledad.

Un organismo que no se resulta bastante.
Algo que dista de la verdad
cuanto está separado de tu cuerpo.
Una aurora que se desangra de luz
entre las cuatro paredes de su sexo.

Este cuerpo que se arrastra
por los suelos más sucios de la prosa,
que necesita un trasplante de carácter,
que está resuelto a suicidarse
en el último minuto de tu boca.








miércoles, 19 de agosto de 2020

PANDEMÓNIUM DE PANDEMIAS


Como si no tuviera suficiente con las de los virus

que no entienden la razón de las vacunas,
abundan las pandemias que están diezmando
poblaciones enteras de pronombres
cuyo origen no está en microorganismo alguno.

He visto a provincias salvajes de mi cabeza
crear criminalmente plagas de miedo
en laboratorios oscuros de septiembre.
Su objetivo es convertirse en dios
de un pueblo que busque la cura de un interrogante.

Saben que antes deben desbordarse
todos los ríos de la ignorancia.
Saben qué partes del cuerpo deben excitar
para que al alma le crezcan manos
capaces de soñar que pueden tomarlo todo.

Lo que no saben es que existe un antídoto.
No saben que, cuando te siento al lado,
mi tacto tira todo el futuro por la borda,
conozco todos los idiomas del amor
y pienso con la claridad del que mira el mundo
desde un lugar amarillo y cálido.
No saben que, cuando te siento al lado,
se me cura el miedo de los labios.





martes, 18 de agosto de 2020

ME URGE SABER QUIÉN ERES


Me urge saber quién eres,
de verdad, en el fondo de lo que pareces.
Qué significa cuando dices estoy bien.
Cómo te las vas apañando para moverte
con el miedo emborrachándote la espalda.

Necesito saber qué verbos están sucediendo
dentro de ti cuando te ensimismas.
Conocer la traducción al castellano
de esa sonrisa, y no otra, en concreto.

Necesito saber qué conseguiste llevarte
cuando te echaron a patadas de la infancia.
Dónde tienes pensado ocultarte de la muerte
o por qué hay tardes en que son los ojos
los que te brotan de las lágrimas.

Me urge descifrar lo que, con tu boca,
quiso decir la tierra cuando soñó
una noche como la de hoy.
Me urge saber quién eres
porque quiero saber quién soy.





lunes, 17 de agosto de 2020

CLAXON Y MUCHEDUMBRE


A todos nos llaman de alguna manera
pero, no descubro nada si lo digo,
son pocos los que tienen nombre.
Que de ellos escriban en las alturas,
yo escribo a ras de claxon y muchedumbre.

Escribo de los que se mueren
de algo sin importancia en el corazón.
De los que chocan la Ferrari.
De los que tienen soledades en la boca.

Escribo de los que suspenden las mates por amor
y de los no correspondidos por la luna.
De los que la echan fuera a puerta vacía.
De los que se arrejuntan con peluches.

Escribo de tanta gente como ciudades
deshabitadas hay en un verso de arte mayor.
Escribo de la letra hache.
Escribo de nosotros dos.





domingo, 16 de agosto de 2020

CORRER TU MISMA SUERTE



Camino deprisa para llegar a tiempo
donde, un día, no encuentres a nadie.
Donde vayas, de pronto, a darte cuenta
de que no hay ningún dios que crea en ti
y de que todas las religiones eras tú sola.

Quiero, yo quiero, llegar a tiempo
al mediodía en que anochezcan tus lágrimas
y sepas lo que es una puerta cerrada
cada vez que el corazón te lata en las pupilas.

Si aún estoy vivo es para llegar a tiempo
a la ciénaga en que las esperanzas
se te vuelvan de golpe cocodrilos.
Para llegar a tiempo de hacer un fuego
que ahuyente los aullidos de la nada.

A tiempo de sufrir cualquier derrota
que vayan a infringirte en el vientre.
A tiempo de que me lleve el mismo viento.
A tiempo de correr tu misma suerte.





sábado, 15 de agosto de 2020

TE ASEGURO QUE YO, MEJOR QUE NADIE


Te aseguro que yo, mejor que nadie,
sé que lo que escribo no le importa
más que a tres o cuatro pares de ojos
que más bien, tan grandes, parecen corazones.

Te aseguro que yo sé que mis versos
traen sin cuidado aquí y allá
y que mi prosa no interesa en los círculos
que rodean las barras estrelladas de los bares.

Pero también sé que, si alguna vez consigo,
en lugar de una descripción de tu cuerpo,
ponerte a ti misma, la propia persona, la mujer,
en el mundo de colores del papel en blanco,

se volverán a mirar los que se hacen los locos
cuando se cruzan con mis personajes literarios.
Te aseguro que, yo mejor que nadie,
sé que tú eres lo que de bueno hay
en las palabras que se me caen de los labios.



viernes, 14 de agosto de 2020

EN DEFENSA DE LA SALUD DE LOS CRISTALES


Cuántas veces te habré llamado la atención
creyendo que era mi pesado deber hacerlo.
Cuántas veces te habré dicho, en defensa
de la salud de los cristales, que bajases la voz.

Tiempo en que yo casi empujaba los días
para que la noche me firmara una paz ventajosa
cuando tú, por fin, te acostabas y renacía
el niñato, que fui una vez, por unas horas.

Tantos escalones subidos de dos en dos
para que hoy tú tengas tu casa y yo la mía
y añore el campo de minas del pasillo
donde el negro de mi pelo perdió la vida.

Tantas páginas leídas sin atención
creyendo que eran la víspera de un verso
para, ahora, lleno de una herida de silencio,
suplicarte, en defensa de la salud de los cristales,
que vuelvas,
que vuelvas a subir la voz.







jueves, 13 de agosto de 2020

DE TODAS LAS RAZONES PARA HACER EL BIEN, A MÍ ME HA MOVIDO SIEMPRE LA PEOR

De todas las razones para hacer el bien,
a mí me ha movido siempre la peor.
No culparé a la educación recibida
porque nadie me dio nunca
clases de cobardía ni lecciones de rendición.

A mí me ha movido siempre la peor.
Será por ello que te veo actuar a ti,
como si la bondad fuera uno de tus órganos,
y se me llenan los ojos de un abrazo.

Se me llenan de un abrazo porque veo
tu pecho ser como quisiera ser mi corazón
y, aún cubierto ya de llamas, siento
que tú sabrás qué decirle a la hoguera. 

La sangre que, de mi cuerpo, hay en los relojes
me apunta entre las cejas y, ahí, estoy solo.
Ahí el mundo entero sabe que yo,
de todas las razones para hacer el bien,
me he movido siempre por la peor.




miércoles, 12 de agosto de 2020

SI HUBIERA SABIDO QUE IBA A MORIRME HOY


Si hubiera sabido que iba a morirme hoy,
creo que hubiera tomado la precaución
de no blasfemar al oír el despertador.
No hubiera ido a trabajar, claro,
ni hubiera sacado a pasear, como cada mañana,
al perro que no he tenido nunca.

Me parece que hubiera vuelto a mirarte
para asegurarme de que te sabía de memoria
y también hubiera tratado de decir
algo que te dejara un buen sabor de boca.

Te hubiera dejado ordenaditos en la nube,
por si fuera menester, mis poemas de amor.
Hubiera encontrado cinco minutos
para la canción que tienes en los labios.

Si hubiera sabido que iba a morirme hoy,
no hubiera dejado de revolver tus cajones
hasta encontrar el canto del cisne de mi alegría
y hubiera puesto mis manecillas a tus pies
para vivir, por última vez, el primer día.








martes, 11 de agosto de 2020

LA CIUDAD DEL PINTOR

No te vayas de los versos de Salinas
en los que yo hablo de ti.
Quédate en la ciudad donde trabaja
el pintor ciego de tu desnudo.

Permanece en las tardes que una niña
me contará cuando nos conozcamos.
No te salgas de la botella de cerveza
que va de mar en mar con mi mensaje.

No huyas de la nube de polvo
que cubre todas las figuras literarias
que te representan en mi cama.
No te marches de los pasillos
que camina tu perfume.

No te ausentes de los objetos
que se volvieron esperanzas en tus manos.
No te vayas del poema
que no soy capaz de escribir.
No te vayas. No te vayas de aquí.




martes, 4 de agosto de 2020

SONETO DEL CAMPEÓN DE LOS PESADOS


El campeón de los pesos pesados
de aquellos días ya es comentarista.
Los ojos que excedían a la vista
se caen hoy de ciegos y asustados.

Y qué decir de los versos pasados
que ahora son prosa del sonetista,
del oro, los imperios, la conquista
del poder de los reyes destronados,

de la tercera infancia del abuelo,
de las puertas de entrada por que salgo,
de la niñez del pez en el anzuelo...

¿De verdad piensas que iba a servir de algo
ponerme un tinte negro sobre el pelo?
Mi cuerpo no vale lo que yo valgo.




lunes, 3 de agosto de 2020

SONETO DE LA SEQUÍA

Hacerle el boca a boca a los relojes
no da la vida ni quita la muerte.
Me volví borrasca para lloverte
y, hoy, no tengo mar donde te mojes.

Mi brújula, tan harta de perderte.
Mi mundo llora que lo desalojes.
¿Qué es mi rojo sin que te sonrojes?
Siete colores, una mala suerte.

Ayer es el tiempo verbal del hombre
que ya tan sólo siente lo que piensa.
Sol, tú que ya no tienes quien te asombre,

baja a la tierra tu frialdad inmensa.
Verás poemas rotos en mi nombre
y que el recuerdo es la peor defensa.