martes, 8 de diciembre de 2020
BREVE MANUAL DEL NO
No.
No es un sí en diferido.
No es un mensaje cifrado
de partes de su cuerpo
que fueran el secreto de sí mismas.
Es el último adverbio
al que agarrarse.
Es una fruta de la libertad.
Es el final de todos los lugares.
No.
No es una criatura discutible.
No es un portazo de fogueo.
Guárdate la opinión
de tus testículos.
Limítate a acatar
la altura de sus labios.
Márchate seguro de que caminas
en sentido contrario a la fiera.
No.
No tienes derecho a que te quiera.
No tienes derecho a verla
reflejada en la luz de tu deseo.
Contra el instinto, las neuronas.
Desconfía de la llamada
de la naturaleza.
Extráete del mármol de la carne.
No.
No es un par de letras sometidas
al capricho de una goma de borrar.
No es una vocecilla
que vaya a asustarse de los gritos.
Es un mandamiento
a los dioses de la mano.
Es el sonido
que debe abrir el mar rojo.
Es el viento
que viene a detener la bala.
No.
No es la última palabra
rendida de la condenada.
No es el chasquido
del nudillo arrodillado.
Es la sentencia justa
de la lengua.
Frustra los planes del naufragio.
Te saca por el patio trasero
de la tormenta.
No.
No es la zapatilla levantada
que hace reír a la cucaracha.
No es el semáforo en ámbar.
Corre más deprisa que la furia,
como una luna a caballo.
Dobla los barrotes
del tiempo pasado.
Detalla todo
lo que necesitas saber.
No.
No es la casita de paja
frente al lobo.
No es una maniobra de distracción.
No traduzcas con las garras.
No entiendas sin corazón.
Lo que nos separa del monstruo
es que no oímos que sí
cuando nos dicen que no.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡Gran poema! Muchos debieran aplicarse el cuento y aprender de una vez que no es no.
ResponderEliminar