martes, 6 de octubre de 2015

UNA LARGA ENFERMEDAD

El diagnóstico fue una larga enfermedad
pero solo la mitad resultó cierto.
Te quedan pocas ganas de respirar
cuando te han cerrado el mar abierto.

Y a mí me dieron de bruces con la verdad
en la mentira que es un cementerio.
¿Quién dijo que no necesitas mamá
cuando el amor se cae de viejo?

Todas las bocas, como no sabían llorar,
vinieron a morder los ojos de mis recuerdos.
Claro que se puede resucitar
pero no funciona después de muerto.

Vivimos bien pero nos sentimos mal
cuando miramos atrás con el pecho.
El dolor convierte insomnios en realidad.
El dolor vuelve el alma un anticuerpo.