y mirad a ese niño.
Lleva en su mirada
un mundo sin países.
Sus ojos aún no saben
ver enemigos
ni lebensraums
que echarse al bolsillo.
Miradlo. Miradlo bien.
Su cerebro no busca
un casus belli
como hacen vuestras cabezas.
Aprended de él
lo que estos versos
nunca serán capaces
de haceros entender.
Aprended de ese niño
a desconquistar la tierra.
Enseñad otra vez
los dientes de leche.
Luchad otra vez
con garras de juguete.
No matéis y seréis otra vez
incapaces de morir.
Mirad a ese niño
y veréis un llanto de fogueo
y el mar nuevo sumergirá
los campos de batalla.
Ya no habrá derrotas
cuando todos los colores
aprendan a perder.
Mirad a ese niño.
Miradlo. Miradlo bien.
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