domingo, 25 de abril de 2021

MIRAR HACIA OTRO LADO


Sin ti, los árboles no ponían sabor
en el cuerpo invisible de sus frutas.
No existía Dios y yo me sentía 
desamparado en el mundo de los lunes.
La Tierra era un círculo contaminado 
y yo no tenía aire en los cuartetos. 
El verano duraba menos cada año 
y el mar empezaba a ser ya cosa de antes.
La muerte me observaba desde arriba
y yo arrastraba el miedo de mi estómago. 
Las derrotas amargas se sucedían 
y yo escondía, claro, la cabeza. 

Contigo, todas las frutas me saben
al día de sol que hay en tu mirada. 
No existe Dios y yo me siento pleno
en la salvación de tus abrazos. 
La Tierra es un círculo contaminado
y sopla el oleaje de tus pechos.
El verano dura menos cada año 
y a mí me urge verte mañana.
La muerte me observa desde arriba
y, entonces, miro yo hacia otro lado.
Las derrotas amargas se suceden
y yo celebro que las compartamos. 

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