sábado, 11 de abril de 2015

QUERER ES PODER

Por mucho que quieras, no podrás sanar el papel
donde se escriben los diagnósticos y las penas.
Enamorarte no te da derecho a recoger
los frutos al alcance de la mano más hambrienta.

Amar no es un abracadabra, ni un antídoto,
ni un paraguas, ni una password para el cielo.
Querer no enseña a volar, ni a caminar
sobre el cadáver de un mar que se hizo el muerto.

Querer no suma centímetros, ni resta kilos,
ni resucita pelo donde hay monte calvario.
Querer no va a hacer desaparecer el frío,
ni los monstruos que duermen dentro de tu armario.

Querer no te convierte en nada especial
porque es algo común, incluso, entre los seres humanos.
Pero, en fin, nada de esto te importará
porque la quieres y a ti solo te importa
que su mano esté cerca de tu mano.
La quieres a ella y solo quieres que ella
te llame si le asustan los monstruos de su armario.


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