La boca oculta tras la mascarilla
te besa, sin miedo y sin muerte,
con lo que de mis labios queda
en el viernes de mi vocabulario.
Alguien dijo nueva normalidad
y yo escuché otra vez el estruendo
donde el amor hizo su casa
en mitad de tanto deseo.
Vamos que, en tiempo tan oscuro,
iluminas más que nunca los lugares
donde suceden los acontecimientos
que hacen que esto merezca el nombre de vida.
Vamos que, en tiempo tan oscuro,
cualquiera en mi lugar se sentiría
culpable de que, en la noche de la pandemia,
uno tome el sol de tus lunares.
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