Quererte es fruta del tiempo,
tiempo que se mide en quererte siempre.
Quererte es carne y hueso del sentimiento,
beso suave y violento de tu vientre.
He visto tu voz desnuda desnudarse
dentro de mi boca ciegamente.
Quererte es vivir y resucitarme
yo, muerto de hambre de quererte.
Quererte son palabras que no existen
porque nadie sabe decir qué es quererte.
Quererte es la sonrisa de este triste
que aprendió a reír cuando empezó a quererte.
Quererte son veinticuatro horas, siete días,
doce meses de quererte.
Quererte es tener todo lo que tenía
cuando soñaba que vivía para quererte.
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