Bésame,
ponme el grito en el cielo del paladar,
date de bruces con el mar,
apaga las luces de mis ojos.
Bésame,
enséñame la lengua del corazón,
moja de ti la tierra de mi voz,
mancha de carmín la boca del lobo.
Bésame,
átame a tus labios de pies y manos,
arranca mi memoria de un bocado,
no me dejes sano entre tus dientes.
Bésame,
dame la eternidad de golpe y porrazo,
pon patas arriba el alma que arrastro,
entra en la alcoba a oscuras que es mi mente.
Échame la puerta abajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario