Sangre de los ojos que deslumbraste.
Sudor en la frente de mis espaldas.
Lágrimas mías bajo de tu falda.
Huellas dactilares que me borraste.
Saliva, entre dientes, que callaste.
Venas o nuestra calle con guirnaldas.
Arrugas en el rostro de Mafalda.
Heridas de la paz que declaraste.
Cicatriz que marca horas pasadas.
Lunares o migas de pan caliente.
Nuestra boca, dos armas descargadas.
Dos pecas o pecados: mi serpiente.
Pezones, las feroces llamaradas
cuando despierta la bellla durmiente.
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