Queda el bocado de una sonrisa sin dientes.
Quedan las excepciones y los goles por la escuadra.
Queda la bandera blanca de un baño caliente.
Queda un arrocito de padre y muy señor mío.
Queda escuchar nuestra canción con oídos nuevos.
Queda brindar aún con el vaso medio vacío.
Queda el escalofrío de besar con fuego.
Queda cumplir sueños en las nubes de tu cuerpo.
Queda mirar al espejo con buenos ojos.
Queda luchar contra sus molinos de riesgo.
Queda acatar el mandamiento de los antojos.
Queda lo que de la luna hay en la tierra.
Queda el patrón que desmanda al marinero.
Queda el colmillo que deserta de la sierra.
Queda el sol que se amotina contra enero.
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